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A veces, los grandes cambios comienzan en pueblos pequeños. Ayer, en la casita de Babel, en Tamame de Sayago, fui testigo de uno de esos momentos mágicos en los que algo empieza a gestarse sin que aún sepamos del todo su dimensión. No era mi primera vez en este encuentro, pero sí la más especial: esta vez llegaba con mi libro recién publicado El coliving turístico en el mundo rural: los beneficios de una experiencia compartida bajo el brazo, y con el certificado en la mano que acredita que desde el 8 de abril mi fundación ya es una realidad legal y viva.

Decir que Sayago es una comarca singular es quedarse corta. Es una tierra que respira historia en cada piedra, memoria en cada calle, y futuro en cada mirada comprometida que encontramos. Pero lo que ocurrió ayer en Tamame fue algo más: fue la confirmación de que se está gestando una verdadera red cultural viva, un corazón que late con fuerza, compuesto por escritores, poetas, pintores, periodistas, actores, bloguers, dinamizadores sociales… y soñadores.

Y es que en Sayago no solo hay arte. Hay esencia. Hay gente que sabe mirar a la tierra y encontrar en ella no un pasado que pesa, sino un legado que impulsa. Ayer, en el II Encuentro de Escritores, Artistas y Dinamizadores Sociales de la comarca, quedó claro que algo muy grande está en marcha. La cultura no se queda en los libros o en los cuadros: se derrama por las fachadas, se escribe en los caminos, se escucha en las voces de quienes aún creen que hay otra forma de habitar y transformar los pueblos.

Una presentación que fue más que un libro

Tuve el inmenso placer de compartir, no solo la historia de mi libro, sino también la historia de mi vida. De cómo llegué a apostar por un modelo como el coliving turístico cuando aún apenas se hablaba de él en el mundo rural, y de cómo estoy convencida de que puede ser una vía real, sostenible y humana para evitar la desestacionalización del turismo y frenar la despoblación. Porque el coliving, bien entendido, no es otra cosa que una forma amable de volver a co-vivir, de compartir experiencias y talento en entornos que hasta ahora solo parecían reservados al abandono.

En Sayago, tierra de paisajes infinitos y muros de piedra seca, el coliving turístico puede ser mucho más que un alojamiento con encanto: puede ser un refugio creativo, un taller de ideas, un punto de partida para proyectos culturales, una incubadora de emprendimiento sostenible. Y eso fue lo que quise transmitir a todos los presentes: que se puede vivir de otra manera, más conectada, más coherente, más enraizada… y que ese modelo ya no es solo una idea, sino una asociación ANCYCO, una propuesta en firme que da pasos reales a través de sus CosmoRuralitas.

Un tejido invisible que se fortalece

Lo más emocionante del encuentro fue sentir que ya no estamos solos. Que las piezas dispersas comienzan a encontrarse, a reconocerse y a entrelazarse. Escritores que retratan el alma rural, periodistas que alzan la voz por los pueblos olvidados, pintores que interpretan la piedra y la encina, blogueros que cuentan lo que nadie cuenta, actores que devuelven la palabra a los caminos… y sobre todo, personas comprometidas con la identidad y el futuro de Sayago.

Todos ellos, sin saberlo, forman parte de un gran tapiz. Un tejido invisible que empieza a tomar forma y que promete mucho más que palabras bonitas o encuentros anuales. Promete fuerza. Promete acción. Promete una alianza cultural y rural que será capaz de posicionar Sayago como lo que realmente es: un museo etnográfico al aire libre, un laboratorio de innovación social, una comarca de alma inmensa que solo necesita creerse el valor que ya tiene.

La fundación: un punto de unión y proyección

La noticia de que mi fundación está ya registrada fue acogida con ilusión. Porque, más allá de los trámites y los papeles, una fundación es un compromiso con el territorio, una estructura para canalizar proyectos, para atraer recursos, para coordinar talentos. Desde la Fundación Patricia García Gómez quiero abrir las puertas a todos aquellos que tengan algo que aportar al mundo rural desde lo creativo, lo cultural o lo social para empezar ese viaje colectivo.

Desde ahora, nuestro coliving turístico Laguna del Villardón —ubicado en Villarrín de Campos— será un lugar para creadores, un espacio para trabajar en red, un punto de encuentro para generar ideas que puedan transformarse en acción. Y por supuesto, nuestras actividades no se quedarán dentro de cuatro paredes. Queremos estar presentes en la calle, en las rutas, en las fachadas, en los eventos y en las memorias que siguen vivas en cada pueblo.

Una comarca que se defiende creando

Lo que Sayago está viviendo es una respuesta silenciosa pero firme a la despoblación: no desde la queja ni la nostalgia, sino desde la creación. Este II Encuentro en Tamame, José Martín Barrigós y todos los asistentes, lo han dejado claro. Aquí no hay resignación, hay pasión. Hay ganas de hacer, de escribir, de pintar, de contar, de conectar, de atraer. Y esa es la mejor noticia.

Porque si algo nos enseñó este encuentro es que la cultura, cuando se hace desde el territorio, no es un lujo: es una necesidad. Es la forma más potente de resistencia y de transformación. Es también una oportunidad de dinamizar la economía, de generar turismo sostenible, de atraer talento y de inspirar a las nuevas generaciones.

¿Y ahora qué?

Ahora toca seguir. Seguir escribiendo, creando, contando. Pero también toca organizarse, visibilizar, proyectar. Por eso, desde la Fundación, espero colaborar con todas las personas que ayer estuvieron en Tamame. A buscar sinergias, a proponer actividades conjuntas, a internacionalizar la voz de Sayago, a generar eventos que vayan más allá del territorio y que pongan a esta comarca en el mapa de la cultura rural viva.

Y por supuesto, también sigo soñando. Con un merecido centenario de Miguel Alonso, del que también hablé en Tamame, con los murales, los podcasts, los colivers que llegarán, con los pueblos que se llenarán de vida otra vez, no con multitudes, sino con gente que aporta. Con personas que aman.

Gracias Sayago

Gracias a Tamame por acoger este encuentro, gracias a los organizadores, a los artistas, a los asistentes, a quienes compartieron mesa, palabras, ideas y abrazos. Gracias por dejarme presentar mi libro en un lugar tan especial. Gracias por escuchar la historia del coliving turístico, por hacerla vuestra y por abrir la puerta a un futuro compartido.

Ayer lo sentí con fuerza: se está gestando algo muy grande. Y Sayago está en el centro.¿Te unes a este latido?

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Wow mira esto!

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Patricia García Gómez

Coliving Laguna del Villardón
C/ Palomares 18
49137  Villarrín de Campos
ZAMORA

WhatsApp: +34 630 069 865
E: info@patriciagarciagomez.es

Patricia García Gómez
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